Corría el verano de 1989 cuando una serie de acontecimientos acaecidos en Europa del Este, en aquel entonces bajo el dominio de la Unión Soviética, culminaron con la caída del Muro de Berlín, un hecho simbólico que dejaba patente la debilidad del hasta entonces temible y hermético régimen soviético. En ese mismo año nacía el fotógrafo ruso Danila Tkachenko quien hace pocas fechas presentaba “Zona Restringida”, un deslumbrante trabajo que documenta mediante imágenes parte del patrimonio que conformaba el imaginario soviético, un imperio que tras el fin de la Segunda Guerra Mundial trató de imponer una utopía socialista en los territorios bajo su influencia, pero que acabó desmoronándose ante el empuje de las sociedades libres, incapaz de resolver sus propias contradicciones. Conversamos con el autor para saber un poco más de este trabajo documental tan personal y los motivos que le llevaron a viajar a través del vasto territorio ruso a la búsqueda de estas estructuras hoy abandonadas.
¿Cuándo decidiste que la fotografía sería tu medio para expresarte?
Fue durante el tiempo en que estudié en la Escuela de Artes Rodchenko, en Moscú. Allí tuve la oportunidad de conocer diferentes disciplinas artísticas y entonces me di cuenta de que la fotografía era en lo que mejor encajaba por encima de cualquier otra cosa. En mi opinión la fotografía es la vía de expresión más poderosa debido a cuatro factores: es algo que se consume rápidamente, es decir, puedo tardar tres años en concluir un proyecto pero el espectador puede consumirlo en menos de tres minutos. Es la disciplina que mejor se presta para la autopromoción, pues puede existir en Internet, exponerse en galerías, aparecer en libros, revistas, etcétera, algo que no es posible en ninguna otra disciplina artística. La fotografía puede estar libre de todo tipo de narrativa, no como sucede en el cine o la literatura y por último porque la fotografía utiliza imágenes del mundo real.
¿Podrías explicarnos el proceso de creación de este trabajo? ¿Sabías a qué lugares viajar para encontrar estas construcciones abandonadas o simplemente te las ibas encontrando mientras viajabas a través de Rusia?
Antes de hacer las sesiones de fotos, estuve durante más de un año investigando y recopilando toda la información necesaria mediante búsquedas en Internet. Por tanto, siempre supe a dónde debía desplazarme para encontrarme con lo que quería fotografiar.
¿Cuál es la principal idea que querías expresar mediante estos paisajes distópicos que podemos ver en tus imágenes?
Mi proyecto versa sobre la utopía. Se trata de la metáfora de un apocalipsis post-tecnológico. Me impuse la tarea de mostrar el reverso del progreso tecnológico, el cual no siempre nos conduce a un futuro feliz, sino que a menudo nos acaba abocando al fracaso y a la destrucción.
Una de las interpretaciones que he escuchado sobre este libro es que plasma la eterna lucha de los humanos y su progreso contra las fuerzas de la naturaleza, ¿Estás de acuerdo con esta opinión?
Sí podría ser una interpretación válida, ¿por qué no? Aunque la idea principal que he intentado retratar es el concepto de utopía en sus diferentes formas.
En tus fotografías se puede encontrar algo más que una mera descripción de la realidad. Es como si hubiera una especie de arte visual en ellas, funcionando como una unidad, ¿Te consideras a ti mismo un mero fotógrafo documental?
Me considero más bien un artista que trabaja con la fotografía documental. Busco por así decirlo una textura que sirva de soporte para la idea artística y a partir de ella creo una forma visual para expresarla por medio de la fotografía.
Intuyo que las condiciones climatológicas fueron bastante extremas en los lugares en los que tomaste las fotografías, ¿Te viste obligado a proteger tu equipo o a trabajar de una manera diferente a la habitual?
Sí, el clima fue bastante duro durante las tomas pero el equipo las soportó bien. La verdad es que tuve que ocuparme más de protegerme a mí mismo del frío que del equipo.
Estructuras de tecnología punta y arquitectura monumental para construir una súper-sociedad aparecen hoy día abandonadas y casi olvidadas. El paso del tiempo y su imbatible poder podría ser uno de los conceptos descritos en esta serie de fotografías.
Aun siendo la utopía la idea principal que he pretendido reflejar en este trabajo, la fotografía puede manipular el concepto del tiempo, por lo que estoy de acuerdo con esa idea. El arte en general y la fotografía en particular, siempre hace mención al pasado pero al mismo tiempo es capaz de hablar del presente y a la vez proponer un posible futuro.
¿Cómo ha sido este libro recibido en Rusia? Esta colección de imágenes habla claramente de la decadencia de un imperio que queda definitivamente ya en el pasado.
Bueno, quizás puedan herir los sentimientos de gente que padece algo así como un síndrome post imperio, aunque en mi caso puedo decir que ese es un sentimiento que no me afecta en absoluto.