El artista y dinamizador cultural Khaly Thioune emprende su primera aventura literaria con “Yakar, esperanza”, una vitalista crónica en la que narra su llegada a Europa tras partir de Senegal y que pretende visibilizar los motivos que llevan a jóvenes africanos a abandonar sus lugares de origen camino de Europa.
Si bien tienes una larga experiencia en el mundo de la cultura y la creatividad artística, este es tu primer libro, ¿qué motivos te han llevado a escribirlo?
Sí, llevo varios años en la música y la danza. Sí he escrito para obras de teatro, aunque este es mi primer libro. Tras trabajar muchos años en temas de multiculturalidad, de viajar por Europa y tratar con inmigrantes llegados en cayuco, sus condiciones de vida, etc… vi que sería interesante escribir un libro sobre el tema para que las futuras generaciones puedan saber más y las condiciones en que se emigra puedan cambiar a mejor.
¿A quién va dirigido el libro?
Por un lado, a la juventud africana. Para que conozcan la realidad en Europa, diferente a esa idealización de riqueza y abundancia que muchos de ellos tienen y que les lleva a arriesgar su vida subiéndose a un cayuco. También para europeos, pues la emigración es un fenómeno que se da en todo el mundo, no solo de África hacia Europa. Creo que la inmigración es la lucha personal de quien quiere descubrir el mundo, mejorar su vida y es algo que los jóvenes africanos tienen mucho más difícil.
Hablas del profundo desconocimiento mutuo entre africanos y europeos, ¿a qué se debe esta situación? ¿será la cultura y el arte el medio por el que podamos conocernos mejor unos y otros?
Así es. En África falta información y educación y en Europa de lo único que se habla sobre África es hambre, guerra, pobreza… En África se tiene la idea de que Europa es el paraíso, donde está la inteligencia, la ciencia, la riqueza. Se debe en buena parte a que África sufrió una larga colonización que dividió etnias, territorios y que borró culturas para implantar la occidental. En mi libro hablo sobre cómo deberíamos cambiar esta situación para poder saber más unos de otros.
Hablas de los fuertes lazos familiares, de amistad y del sentimiento de comunidad en tu lugar de nacimiento, valores que en Europa se han perdido en parte o casi por completo, ¿el desarrollo económico de un lugar va ligado a esa pérdida de valores o en Europa hay algo que estamos haciendo muy mal?
Sí, es algo sobre lo que reflexiono. La gente en África puede tener muchas carencias materiales, pero es feliz. En África no tenemos psicólogo. Si tenemos un problema lo hablamos con los mayores, con la familia, nos ayudamos mutuamente. No existe el individualismo que hay en Europa. Creo que si África llega a desarrollarse no abandonará esos lazos familiares, que creo son el punto fuerte de África. En Europa también hay vínculos familiares fuertes, pero el ansia de posesión de bienes materiales es mucho mayor. África es compartir y es felicidad. Aunque tengamos poco.
¿Veremos el día en que Europa y África se traten de igual a igual? ¿Por dónde habría que empezar para que así fuera?
Ojalá llegue ese día. Es algo en lo que África también tiene mucho que hacer. No vale solo con quejarse. Para que África se desarrolle, lo primero que tiene que hacer es conocerse a sí misma, su historia, su cultura, sentir orgullo por sus valores y riqueza. Ese sería un primer paso para poder llegar a tratarse de igual a igual con Europa.
“Yakar, esperanza”. Khaly Thioune 143 páginas, 18 Euros.
Entrevista realizada por teléfono a principios de enero.