Cuando aún resuenan los ecos de la gran repercusión que consiguió su segundo larga duración, “Mundo Submarino” (Subterfuge, 2008), el grupo getxotarra McEnroe publica su tercer disco, consiguiendo algo que a priori se antojaba complicado, no ya mantener el nivel de su anterior trabajo sino adentrarse aún más en los no muy transitados caminos que su predecesor tuvo y que lo convirtió en una obra tan especial, una de esas perlas musicales que permanecen en el recuerdo mucho tiempo después de haber sido publicado.
Vuelve por tanto con el trabajo “Tú nunca morirás” el pop melancólico, la dulce tristeza infinita que es la melancolía, las suaves melodías atizadas por letras aparentemente inocentes unas veces, llenas de dramatismo otras, pero siempre cargadas de una profunda sensación de desasosiego que hunde sus raíces en el más descarnado existencialismo. Palabras de alto voltaje, hermosas y extrañas frases impregnadas de una sinceridad poco común, que desnudan emocionalmente al autor, y que aciertan a buscar la empatía en quien sabe escuchar atentamente las historias que en cada canción se narran.
Confirmación de lo que ya hace años era una promesa, de un grupo con una marcada personalidad y estilo, de canciones que crecen en cada escucha, que remueven conciencias sin estridencias, que se deslizan lentamente por los escondrijos más recónditos de nuestra alma, que hacen aflorar sensaciones aletargadas por el peso de la realidad.
Crítica publicada en noviembre de 2009 en la revista AUX Magazine (www.auxmagazine.com)