La bilbaína Miriam Prado es uno de los valores en alza dentro de la fotografía de autor. Finalista en la última edición del festival Baffest con su trabajo “Hotel”, su propuesta viene marcada por una estética muy cercana al cine y una muy cuidada iluminación artificial. Hablamos con ella para saber más de sus inquietudes a la hora de ponerse tras la cámara.
¿Cómo recuerdas tus inicios en la fotografía? ¿Fue un proceso paulatino el que te llevó a expresarte por medio de la imagen o fue una especie de amor a primera vista?
Mis inicios en la fotografía fueron cuando tenía 16 años, en el instituto donde hice un taller, fue mi primera vez, unos días después compré mi primera cámara y a partir de ese día no he dejado de hacer fotografías.
A día de hoy trabajas como fotógrafa de forma profesional, ¿Hay grandes diferencias entre tu trabajo artístico y comercial? ¿Sueles intentar dar algo de tu estilo personal en los encargos comerciales que recibes o en ellos te ciñes simplemente a lo que el cliente solicita?
Sí creo que hay diferencia entre mi trabajo personal y comercial ya que en lo comercial dependes de lo que te pida el cliente, pero siempre trato de llevarlo a mi terreno y muchas veces te sorprendes de las cosas que pueden llegar a salir de un trabajo que en principio no tenía un especial interés.
¿Crees haber llegado a un estilo propio que hacen que tus fotografías sean reconocibles por algún aspecto determinado en ellas? ¿Cuáles serían las principales características del mismo?
Creo que he llegado a un estilo propio que viene de muchas influencias, tanto de fotógrafos como del mundo del cine. La principal característica de mi trabajo es que utilizo una iluminación muy marcada y me gusta crear escenarios, en los que normalmente ocurren cosas.
El componente humano es parte muy importante en tu fotografía, ¿cómo es el trabajo previo a realizar con los modelos? ¿Sabes de antemano lo que quieres conseguir de ellos o es durante la sesión y con la interacción con el modelo el modo en que se van creando las imágenes?
Los personajes y las localizaciones en mis imágenes son muy importantes, normalmente tengo una idea de lo que quiero conseguir, como la actitud en las imágenes o las poses, pero la mayoría de las veces es una improvisación con los modelos, una vez que está la idea clara de la actitud y la iluminación, los escenarios y situaciones se van construyendo buscando ese posado robado que hace que las imágenes se confundan entre realidad y ficción.
Tu trabajo «Hotel» fue seleccionado en la edición del Baffest de este año, un festival dedicado íntegramente a mujeres fotógrafas. La existencia de un festival de estas características da buena cuenta de la situación de desventaja con la que parten las mujeres en prácticamente todos los ámbitos. Desde tu experiencia personal, ¿ves cambios verdaderos a corto plazo o el mercado fotográfico, como casi todo lo demás, seguirá adoleciendo de esa discriminación?
Sí, mi trabajo fue seleccionado en el Baffest este año. Fue una suerte poder enseñar mi trabajo en las calles de Barakaldo ya que es un escenario poco común y muy cercano donde las personas pueden ver fotografía, personas que quizás no hubieran visto nuestros trabajos de estar en lugares más comunes de exposición.
La existencia de estos festivales creo que da cuenta de la discriminación que ha existido y que tengo esperanza en que cambie, poco a poco va cambiando, pero aún queda mucho por hacer.
La puesta en escena de tus fotografías está siempre muy cuidada. Parece haber un trabajo previo bastante grande antes de ponerte tras la cámara, ¿cuentas con algún colaborador a la hora de preparar el estilismo y vestuario de los modelos o de construir la ambientación de la escena?
Normalmente trabajo sola, pero cuando necesito ayuda son personas de mi entorno familiares o amigos que me ayudan y muchas veces son ellos los modelos.
Algunas de tus fotografías casi parecen fotogramas sacados de una película, ¿es el cine, más que una influencia en tu trabajo, un terreno al que la evolución de tus inquietudes artísticas te puede acabar llevando?
El cine es una gran influencia para mí desde siempre y quizás con el tiempo pueda evolucionar, pero me siento muy cómoda en la imagen fija. Construir imágenes de una historia a la que yo doy comienzo, pero donde el propio espectador según sus vivencias la acabe, es una manera de hacer que el espectador se relacione con las imágenes que yo construyo, y eso me interesa mucho.