El fotógrafo londinense Nick Turpin ha aprovechado estas semanas de cuarentena para repensar el concepto del colectivo iN-PUBLiC que él mismo fundó hace veinte años. Un colectivo que busca ampliar los límites de lo que conocemos como fotografía de calle y del que formarán parte fotógrafos con algo nuevo que aportar a este género. En esta entrevista concedida a Blackkamera sabremos un poco más del proyecto.
Al igual que otras grandes ciudades del mundo, Londres, tu lugar de residencia ha sido una de las áreas más afectadas por la pandemia de la Covid-19. ¿Cómo te encuentras tras varias semanas de confinamiento? ¿Has tenido oportunidad de salir a fotografiar?
Londres ha estado durante casi tres meses en estado de aislamiento total excepto para desplazamientos esenciales. Ha sido muy difícil hacer fotografía de calle. Las calles están vacías y eso es algo que a mí no me ha atraído como sí ha podido ser en el caso de otros. He trabajado de fotógrafo para la organización encargada de la red de transporte de la ciudad y eso me ha permitido fotografiar, pero principalmente ha sido en la red del metro. Pero en cambio sí he tenido oportunidad estando en casa de pensar sobre mi trabajo y lo que quiero hacer para que la fotografía de calle avance. Es un buen tiempo para hacer balance sobre mi forma de fotografiar.
El colectivo iN-PUBLiC echó a andar en el año 2000 para reunir a fotógrafos de calle de ámbito internacional, promocionar su trabajo y explorar las posibilidades de la foto de calle. Veinte años después este proyecto se relanza. ¿Han cambiado los objetivos del mismo?
Durante los últimos dos meses empecé a pensar sobre cómo sería iN-PUBLiC y su objetivo si comenzara su andadura a día de hoy. ¿Cómo de diferentes serían sus motivaciones con respecto a hace veinte años cuando nadie sabía lo que era la fotografía de calle? ¿A qué problemas ha de hacer frente el fotógrafo de calle ahora que todo el mundo tiene una cámara y se publican millones de imágenes urbanas cada día? En el pasado era cuestión de promocionar la fotografía de calle como una práctica diferenciada, un acercamiento único a documentar el espacio público. Ahora en 2020 creo que mucha de la fotografía de calle cae en repetir unas fórmulas que se quedan en lo formal o en un mero ejercicio estético. Si acudes a un taller de fotografía de calle, te enseñarán sobre cómo hacer fotos de calle más que hacerte pensar en por qué las estás haciendo. El papel de la fotografía ha cambiado, la fotografía de calle se ha convertido en un pasatiempo social, un modo de compartir, reunirse y sentirse parte de algo. El nuevo colectivo iN-PUBLiC confía en que podrá mostrar las mejores fotografías de carácter cándido o espontáneo tomadas en el espacio público en el que la fotografía de calle clásica de 35 mm tendrá una parte importante. Quiero incluir a fotógrafos que hacen fantásticas fotografías de ese tipo del día a día, pero cuyo estilo no proviene de la tradición de la que provienen la mayoría de fotógrafos de calle. Me interesan aquellos que quizás hacen algo más artístico conceptual o documental con la fotografía de calle, trabajando de un modo innovador y sin recurrir a la preparación de la escena, manipulación o composición artificial de imágenes.
Así que contamos con fotógrafos que representan lo mejor de la fotografía de calle como Nils Jorgensen y Troy Holden junto con fotógrafos que cuentan con experiencia en la documentación o el arte como Nick Hannes y Natan Dvir. Son fotógrafos a los que no necesariamente se les consideraría fotógrafos de calle o que no fueron en su día invitados a participar en la primera etapa del colectivo iN-PUBLiC, pero que ahora tienen un papel esencial en lo que el nuevo iN-PUBLiC considera que es fotografía de calle. Decimos esto porque por el mero hecho de ser fotógrafo de calle, no tienes por qué fijarte en otros fotógrafos de calle para inspirarte. Hay un montón de fotógrafos ahí fuera documentando de manera cándida el espacio público con diferente equipamiento, diferente aproximación, diferentes ideas. Me inspira gente como Oli Kellett quien fotografía en las esquinas de calles americanas con una cámara de gran formato desde puntos de vista elevados, Karl Baden quien documenta el mundo de forma espontánea a través de la ventana de pasajero de su coche, Alejandro Cartagena quien ha fotografiado trabajadores que comparten vehículo y viajan en la parte trasera de las camionetas en las autopistas mejicanas o las imágenes de Elizabeth Bick en la que pueden verse turistas dentro del Panteón de Roma. Son ejemplos de fotógrafos que exploran las fronteras de la fotografía de calle pero sin perder la integridad documental de su trabajo.
El colectivo se compone en este momento de once fotógrafos de varios países y muy interesantes portfolios, ¿Es vuestra intención incrementar el número de miembros? ¿Qué condiciones debería cumplir un fotógrafo para poder ser parte del mismo?
iN-PUBLiC se presenta con once fotógrafos pero he contactado varios más que creo pueden aportar algo único y especial al grupo de forma continua. Estamos abiertos a recibir material, pero sobre todo buscamos fotógrafos que hayan hecho un recorrido consolidado y un acercamiento personal consistente a la hora de documentar el espacio público. Estamos dispuestos a crecer con fotógrafos que añadan al género más que dedicarse a replicar cosas ya hechas o con aquellos que directamente rompan con lo establecido en este género. Creo de veras que se pueden empujar los límites de la fotografía de calle hasta el punto de que ya no sea fotografía de calle sino otra cosa, algo válido, pero otra cosa. Por encima de todo creo que la fotografía de calle requiere de destreza mental y reflexión. Disfruto mucho viendo trabajo que muestran la mente inteligente del fotógrafo, viendo cómo ha pensado mucho la forma de aproximarse a lo que quiere fotografiar, pero que también ha pensado en cada encuadre, cómo se ha construido, qué nos muestra sobre la sociedad, cómo nos sorprende o fascina.
La definición de fotografía de calle parece bastante clara, un tipo de fotografía documental producida de forma cándida en el espacio público sin ningún tipo de preparación previa o manipulación. A pesar de ello, hay una discusión interminable sobre lo que es fotografía de calle y lo que no es, ¿a qué crees que es debido?
Creo que durante los últimos quince años ha llegado mucha gente a la fotografía de calle de un modo diferente que aquellos que empezaron en ello con anterioridad. En mi caso surgió de la pasión por documentar lo extraordinario de la vida cotidiana. Era una celebración, pero también un documento. Creo que hay mucha gente que ve fotografía de calle en Instagram y otras redes sociales y les gusta el aspecto de la misma, les gusta el humor o los juegos de luces y sombras oscuras o las repeticiones y piensan, yo puedo hacer lo mismo, pero no miran la historia y patrimonio que la fotografía de calle tiene, dónde se ha creado y no acaban de saber qué es lo que realmente están haciendo. Fotógrafos como Robert Frank y Garry Winogrand tomaron impresionantes imágenes cándidas en entornos públicos, pero su intención primordial era fiscalizar su país en diferentes aspectos, pobreza, división racial, comercialización del día a día, relaciones humanas, identidad nacional, etcétera. Tengo la sensación de que hemos perdido un montón de esa intención a día de hoy.
El término fotografía de calle es algo que hemos heredado y no nos sirve del todo. No describe bien esa práctica que tanto amamos. Creo más acertado hablar de fotografía cándida, espontánea, porque es un término más amplio, pero aun así se mantiene dentro de unos límites. Lo separa de primos cercanos como pueden ser el retrato en la calle o la imaginería de calle creada con un ordenador. La definición de fotografía de calle está siendo modificada continuamente por la actual generación de creadores de imágenes por lo que el debate es continuo. Creo que es una situación saludable, a veces no nos pondremos de acuerdo y cada uno seguirá su camino pero la mayoría de las veces coincidiremos en algunos principios que incluyen lo que amamos sobre ello.
Quizás sea pronto para decirlo pero, ¿cómo crees que la pandemia a la fotografía de calle? Recursos visuales como calles vacías, rostros ocultos por máscaras o gente tocándose unos a otros tienen ahora nuevos significados. ¿Se convertirá la fotografía de calle hecha en 2020 en una especie de subgénero?
Aunque la incidencia de la Covid-19 va decreciendo y el riesgo reduciéndose , no se ve un final cercano a esta situación y la vida pública sigue con muchas restricciones. He trabajado en el centro de Londres esta semana y las calles estaban prácticamente desiertas y todas las tiendas cerradas. No hay vida callejera que fotografiar.
Algunos fotógrafos se están dedicando a documentar las calles vacías o gente aislada a través de sus ventanas, pero en su conjunto la fotografía de calle se encuentra en un estado de pausa. Personalmente creo que el riesgo irá decreciendo a medida que pase el tiempo hasta que el virus acabe siendo algo equivalente a la gripe estacional con la que convivimos cada invierno y quizás entonces las calles vuelvan a estar llenas de vida y los fotógrafos puedan entrar y salir en las masas de gente documentando todo ello. Mientras tanto, podemos pensar sobre lo que significa ser un fotógrafo de calle, revisar muchos trabajos inspiradores y decidir qué queremos hacer cuando volvamos a ser libres de nuevo. Confío en que el nuevo iN-PUBLiC sea un buen punto de partida.
Quisiera agradecer a todos los fotógrafos que han mostrado su trabajo en iN-PUBLiC y apoyado sus ideas, tanto durante los primeros dieciocho años del proyecto como a aquellos fotógrafos que se unen ahora que el proyecto se dispone a avanzar a un siguiente nivel.
Por favor, visitad los sitios web del nuevo iN-PUBLiC y http://upphotographers.com, web donde se agrupan muchos de los miembros anteriores del colectivo en el que exponen su trabajo. Les estoy agradecido a todos ellos.
Entrevista originalmente publicada en la web de la escuela de fotografía Blackkamera:
http://blackkamera.com/la-refundacion-del-colectivo-in-public/