Entrevistamos a Alex Gross, artista estadounidense que ilustra en su obra las claves que definen la sociedad contemporánea dentro de un estilo que aúna elementos del surrealismo con múltiples referencias de la cultura pop. Avalado por una larga carrera artística que ha ido evolucionando hacia una profunda crítica a la sociedad de consumo como temática principal de sus óleos, es uno de los autores de referencia de la actualidad.
¿Cuáles son los sentimientos o motivaciones que te empujan a crear arte?
Tengo férreas opiniones sobre la mayor parte de las cosas y el arte es mi forma de expresar dichas opiniones. También me siento atraído por las imágenes, y siempre me ha gustado dibujar y pintar desde muy joven. Por aquel entonces lo que más me motivaba eran los comics y a menudo copiaba los superhéroes que en ellos veía. Ahora, crear imágenes se ha convertido en mi profesión, así que mis motivaciones han cambiado un tanto. Pero siempre he tenido algo dentro de mí que me lleva a crear imágenes. Y como el mundo ha cambiado, y como yo también me he hecho más mayor, mis opiniones sobre lo que sucede a mi alrededor han influenciado notablemente en mi trabajo.
¿Tienes como referencia o inspiración el trabajo de algún artista en especial o tu inspiración viene más de otras fuentes no relacionados con el arte?
Ya no presto mucha atención al arte contemporáneo. De vez en cuando observo obras de algún artista de épocas pasadas buscando algo en lo que inspirarme como, por ejemplo, George Tooker, quien ha sido siempre uno de mis favoritos. Pero en mayor medida, mi inspiración viene de imágenes que veo o fotografío o que surgen a través de la experimentación.
¿Podrías explicarnos un poco el proceso de creación de tus obras? Cuándo tienes en mente un concepto que quieres ilustrar mediante imágenes, ¿hay algún margen para la improvisación a medida que la pintura se va creando o partes de un borrador como base y solo trabajas a partir de esa primera idea?
Rara vez comienzo a partir del concepto. Cuando intento algo así, casi nunca funciona. Empiezo con la imaginería. Me gusta fotografiar gente y a menudo desarrollo conceptos basados en esas sesiones de fotos. Cuando fotografío, puedo tener algún accesorio que encaja con mis ideas usadas en trabajos previos, tales como teléfonos móviles y comida basura, pero rara vez tengo una idea concreta hasta más tarde. Hago la mayoría de las composiciones o estudios digitalmente, en Photoshop. Aquí puedo combinar muchas cosas muy diferentes y empezar a dar sentido a las imágenes con las que juego. Inevitablemente, de ahí irá surgiendo un concepto. Es un proceso que me resulta más productivo y más creativo que simplemente ponerme a dibujar sobre el papel en blanco.
Tus pinturas rebosan color, belleza y fantasía. A pesar de ello, las imágenes que en ellas vemos son a menudo ominosas y producen una sensación de vacío en el espectador. Es una simple apreciación personal pero la crítica que se ve en ellas a la industria de la publicidad y en consecuencia a la sociedad de consumo es demoledora.
Me alegra que lo hayas entendido. Creo que la publicidad es la causa de muchos de los problemas hoy en día. Junto con la propaganda, que no es más que otra forma de publicidad, es responsable de la mayoría de las cosas que no funcionan en nuestro mundo. Todo lo que odias de Internet proviene del modelo de publicidad. La mayoría de tus inseguridades son producto de ese bombardeo continuo de imágenes desde que eres un bebé, que te dicen que deberías aspirar a tener más cosas y a ser más atractivo. Es algo que no acaba nunca. La cultura de consumo no es más que un subproducto de todo ello. En mi obra aparecen estos asuntos porque yo también me siento afectado por ello. No puedo decir que me sienta por encima de ello, pero sí intento ser consciente de cómo estoy siendo manipulado. Pero es algo extremadamente complicado. La verdad es que no soy muy optimista sobre el mundo en el que vivimos y en hacia donde se encamina. Es algo muy desafiante para mí porque tengo un hijo pequeño. Quiero que el mundo que reciba sea un lugar mejor y que tenga una vida maravillosa. Pero se me antoja difícil de imaginar que vaya a ser así tal y cómo están las cosas a día de hoy y la forma en que un puñado de corporaciones lo controlan todo sobre la faz de la Tierra, solamente para su único beneficio.
Un locutor de radio te definió como el «artista de la vida moderna», ¿estás de acuerdo con esta afirmación o tu obra va más allá de querer hacer una interpretación de los tiempos que vivimos?
Prefiero que sean otros quienes hagan esas consideraciones. Hoy día intento representar la era contemporánea en mi obra. Con anterioridad solía pintar más imaginería fantástica y de la época victoriana, pero quería que el mundo actual apareciera más en mi trabajo y me moví en esa dirección hará unos quince años. Espero que otros temas también aparezcan en mi trabajo.
En tus obras aparecen elemento reconocibles tales como celebridades, comida basura, smartphones, marcas famosas, iconos de la cultura pop, … cosas que de algún modo definen el tiempo en el que vivimos, ¿crees que tus pinturas serán fácilmente entendibles dentro de cien o doscientos años cuando las referencias que utilizas sean algo desconocido?
No sé si podrán entenderlo todo, es una pregunta válida. Supongo que mi trabajo será tratado como un documento de este mundo y esta época. Asumiendo que nuestra sociedad aún exista dentro de 200 años, lo cual a estas alturas es algo sobre lo que tengo dudas. Pero es igual que cuando miramos pinturas del siglo XVI. No podemos entender todas las referencias que encontramos en ellas pero aun así nos fascinan y es interesante observarlas y aprender sobre la sociedad que representan. Así que, y ojalá sea así, si hay futuro para la humanidad y queda alguien a quien le interese mis pinturas, les puede resultar interesante aprender sobre lo que pintaba. Estoy seguro que habrá cosas que encuentren familiares, mientras que otras no lo serán.