Charlamos con Ainara Garcia, fotógrafa de viajes, que compagina su actividad creativa, la cual la ha llevado a publicar sus imágenes en prestigiosos medios, con los talleres de iniciación y especialización fotográfica para aficionados que quieren aprender en la técnica y avanzar en la búsqueda de su estilo.
¿Recuerdas la primera foto que hiciste?
La verdad es que no recuerdo cuál fue mi primera foto exactamente, porque desde que nací, he visto la cámara réflex de mi padre en casa. Siempre le daba la tabarra para que me dejara trastear con ella así que a saber cuándo fue la primera vez que hice clic. Pero sí recuerdo cuál fue la primera foto que me ilusionó hacer. Fue en unas vacaciones que fuimos al Pirineo, y en el lago San Mauricio, mi padre me dijo que los fotografiara a él y a mi madre con una preciosa cordillera de montañas de fondo.
¿Cuándo supiste o decidiste que la fotografía iba a ser tu actividad profesional?
Yo siempre he querido ser dibujante (de Disney) pero al llegar a bachillerato no me informaron muy bien de cómo y dónde podía estudiar para llegar a ello. Así que opté por mi plan B: la fotografía. Esto lo decidí en otras vacaciones que fuimos a Ordesa. Disfruté tanto fotografiando aquel lugar con la cámara de mi padre que pensé lo maravilloso que tenía que ser hacer eso toda la vida.
Para quien aún no conozca tu trabajo, ¿podrías describirnos los rasgos principales de tu estilo a la hora de fotografiar?
Principalmente hago fotos de viajes y paisajes, tanto urbanos como naturales. A veces me defino a mi misma como una coleccionista de lugares fotogénicos. Le doy mucha importancia a la luz y a los colores. Normalmente, lo que pretendo transmitir es la grandeza de estos rincones.
Te has ido especializando en fotografía de viaje y paisaje, al menos ha sido en ese género donde tu trabajo ha alcanzado mayor relevancia, ¿ha sido algo premeditado o la evolución que has experimentado dentro de la fotografía te ha llevado hasta allí?
Siempre me ha gustado la fotografía y los viajes, ambas pasiones encajan muy bien y son muy compatibles en la práctica. Hasta el punto de que hay días en los que no sé si hago fotos para viajar o viajo para hacer fotos.
¿En qué autores te has inspirado o te han servido de referencia para encontrar tu estilo?
En mis inicios, en aquella época donde subíamos fotos a Flickr, una de mis mayores inspiraciones fue la fotógrafa checa Lucie Debelkova, con la cual me sigo sintiendo muy identificada a día de hoy. También admiro mucho a Steve Mc Curry, Russ Bishop, Chris Burkard, etc…
¿Crees que un fotógrafo para alcanzar relevancia ha de ultraespecializarse en un género, estilo o técnica determinada para poder así diferenciarse del resto y descartar casi todo lo demás?
Hay que especializarse sí, pero no hay que ser drásticos y descartar otro tipo de géneros. Lo mejor es ir paso a paso. Primero hay que probar un poco de todo para ver qué es lo que te gusta, en qué estilo te sientes más cómodo y crees que se te da bien. Después es bueno que te centres en un estilo, profundices y te especialices hasta dominarlo bien. Pero una vez lo tengas bien masticado, hay que salir de la zona de confort y aventurarte con nuevos retos para que no te quedes atascado y haya una evolución en tu carrera fotográfica. Es lo bueno de la fotografía, tiene tantas variables que nunca dejas de aprender.
¿Recuerdas alguna imagen, escena o paisaje que no pudiste fotografiar y que te venga a menudo a la mente?
Uf… eso me ha ocurrido muchas veces, pero hace poco leí un libro en el que decía que “una foto que no se ha hecho, no es una foto, así que mejor pasar página y olvidarte ella”.
Como fotógrafa de viajes, coméntanos qué lugares te han parecido especialmente fotogénicos, por su luz o por su paisaje, o si crees que, más que el lugar, lo importante saber mirar y extraer la belleza que todo lugar tiene.
Todos los países tienen su identidad, sus luces, sus peculiaridades y sus atractivos. Pero si tengo que elegir un paraíso para los fotógrafos, diría Noruega. Estuve hace unos años en invierno y las tres horas del amanecer empalmaban con las tres horas del atardecer. Imagínate. Y por no hablar del paisaje que hay en los fiordos… simplemente espectacular. Aquello es de otro planeta.
Parte de tu actividad laboral es la de organizar cursos prácticos de aprendizaje de fotografía. Por lo que has podido ver entre tus alumnos y por tu propia experiencia, ¿basta aprender la técnica de la cámara y unas pocas nociones de composición para obtener buenos resultados o hay algo más, que quizás no pueda ser enseñado, que define a un fotógrafo aceptable de uno excelente?
La constancia, las ganas de seguir practicando, no tirar la toalla, sentir curiosidad por todo y saber reinventarse constantemente es la actitud que hay que tener. Sin eso, por mucho que te aprendas la teoría, no vas a conseguir nada.
La fotografía vive un momento de expansión masiva donde la imagen se impone cada vez más con respecto al lenguaje. Al mismo tiempo, hacer fotos es algo que ha alcanzado rango de cotidianeidad en un porcentaje cada vez mayor de la población, imágenes que además se intercambian y comparten en redes sociales. ¿Qué crees que saldrá de todo esto?
Como digo siempre, la fotografía ha venido para quedarse. La expansión que ha tenido con el formato digital ha sido a una velocidad de vértigo pero ¿qué nos extraña? Es tan simple como responder a la pregunta de por qué hacemos fotos. Hay algunos que lo hacen por entretenimiento, otros por trabajo… Pero en el fondo, todos hacemos fotos porque necesitamos recordar algo y dejar que perduren esos recuerdos en el tiempo. La fotografía es una necesidad que tiene la sociedad de hoy en día para revivir momentos y dejar constancia de los instantes que han existido a lo largo de la nuestras vidas.
¿Y por último, nos puedes adelantar algún proyecto futuro que tengas entre manos?
Tengo previsto lanzar nuevos cursos en nuevos destinos de cara al año que viene. También tengo en mente hacer algún proyecto más personal, pero aún estoy en fase de recopilar ideas e inspirarme.