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De Amor, Vida y Revolución. Poemas de madurez.

El escritor vizcaíno César Fernández vuelve a publicar, tras diez años desde su último libro, un nuevo poemario en el que hace recuento de lo que ha sido su trayectoria vital durante todo este lapso vital. Poemas de alto contenido social, corte intimista e impregnados de madurez. En esta charla que tuvo lugar en una cafetería de Bilbao, sabremos más de las inquietudes que le llevan a expresar en palabras sus reflexiones, vivencias y anhelos.

¿Cómo fue el proceso que te llevó a elegir la escritura como medio para expresar tus inquietudes? ¿Fuiste un ávido lector antes de comenzar a escribir?

Sí, de pequeño leía muchísimo. Me gustaba mucho la literatura, leía prensa, las reescribía, hacía collages con ellos. La poesía me viene de leer a otros poetas, Bécquer, Pessoa, Bukowsky, Whitman, Neruda, Rubén Darío, Alberti… Recuerdo que había colecciones de bolsillo de antologías de poesía y me las leía todas. También me gustaba mucho leer Stephen King. Todo lo que caía en mis manos me lo leía. Era muy ecléctico en ese sentido.

Este es tu primer libro en casi diez años, libro que vuelve a ser un poemario. Dentro de la lógica evolución que una persona tiene durante ese periodo de tiempo, ¿persisten las inquietudes que te hicieron escritor a día de hoy o han cambiado y son otros los motivos que te impulsan a escribir?

He dejado de publicar durante este tiempo, pero no he dejado de escribir. Acabé muy cansado de todo lo que supone publicar un libro y el trabajo y tiempo y esfuerzo que lleva hacer la promoción del mismo. Y sí creo que han cambiado las inquietudes. Revisando los poemas de este último libro veo que ha ganado la temática social y los poemas de amor y desamor han disminuido en cantidad con respecto a mis dos libros anteriores. Así que sí, las inquietudes han variado.

¿Cómo surgen los poemas? ¿Tienes algún método que sigues a rajatabla? ¿Sueles rumiar la idea en la mente durante un tiempo y a la hora de escribirlos salen de forma fluida o son fruto de pulir, repasar e ir añadiendo y quitando elementos poco a poco?

En el caso de la poesía no tengo un método concreto. Suelen salir o por un arrebato emocional y escribes en el momento o de algo que te va quemando por dentro y vas rumiando, estos últimos suelen ser de temas sociales tras un proceso reflexivo muchas veces hecho de forma inconsciente. Y luego, sí, es verdad que hay mucho trabajo posterior de ir arreglando lo primero que has escrito, un proceso que quizás es algo que no acaba nunca porque releyendo poemas ya publicados sí habría cosas que seguiría cambiando.

Leyendo este “De Amor, Vida y Revolución” se aprecia que no rehúyes ningún tema. No parece haber pudor alguno en hablar de sentimientos muy íntimos y tomas parte claramente en cuestiones la intimidad a declaraciones socio-políticas dispares. Un deporte arriesgado hoy día ese de tener una opinión propia y mostrarla públicamente.

Con el tiempo he ido perdiendo el miedo. Siempre he escrito sobre temas muy íntimos o posicionándome. Antes lo hacía con más miedo, aunque ahora ya es algo que no temo hacer. Siempre he tomado partido por todo aquello que me parecía injusto y posicionarme en el lado de los Derechos Humanos, que van más allá de posicionamientos políticos, son posicionamientos humanistas, que es donde nos encontramos la mayoría de la gente, menos esos grupos que básicamente quieren involucionar. En este libro hay muchos poemas dedicados o basados en la crisis económica y de valores por la que hemos pasado en los últimos años. ¿Quién no ha sufrido las consecuencias de esta crisis en forma de paro, desahucio o ha tenido alguien cerca que no lo haya sufrido? Ante esta situación de injusticia no quedaba otra que hacer activismo social.

¿Crees que esta sociedad fiscalizadora en la que vivimos va en detrimento de la libertad del creador por miedo a salirse de los cánones de lo políticamente correcto como si en el creador recayera alguna especie de responsabilidad moral?

Entiendo y respeto el arte por el arte, el arte que divaga, que se mira el ombligo y el hecho de hacer arte por el puro disfrute de hacerlo. Pero cuando suceden cosas duras a tu alrededor y no sentirte interpelado por ello, me cuesta entender que hay entiendo la cultura como una herramienta de protesta, de pensamiento crítico y a mí me resulta muy difícil abstraerme de todo ello, lo veo antinatural.

Tu poesía es directa, huyes de un adorno excesivo que sobrecarguen los poemas y son una constante en ellos una estructura ligera que facilita el ritmo de lectura y que esconde una idea contundente sin renunciar además a la rima en los versos. ¿Esta maestría a la hora de escribir ha venido por algún tipo de formación literaria o te consideras más bien un autodidacta?

Cuando comencé a escribir leí un manual de Antonio Quilis para aprender qué debía hacerse para escribir una novela, cómo se construía una novela, cómo se estructuraba. Suelo escribir con verso libre, aunque a veces sí busco la rima buscando esa musicalidad. Este último libro es verdad que está bastante más trabajado que los dos anteriores, quizás porque por aquel entonces quería simplemente expresarme y poder lanzar mi mensaje. En este último libro ha habido una criba muy importante de todo lo que he escrito durante diez años. Ha quedado material fuera que podría dar como para sacar un nuevo libro. Gente que me conoce dice que este libro es más yo, y estoy de acuerdo con ello. Hay un trabajo interior para ser más sincero conmigo mismo y perder complejos.

En este mundo de hoy día, cada nuevo poema es un pequeño milagro, ¿Para qué sirve un poeta en 2020?

Un poeta sirve para agitar. Es lo que más ilusión me hace. Poder agitar conciencias al otro lado, generar pensamientos humanistas y ver si de alguna manera nos puede mover a reflexión. Creo que la palabra tiene mucho poder y que tenemos más capacidad de influencia de lo que creemos. Me pasa a mí mismo cuando leo un libro o un poema. Lo difícil es que el mensaje llegue, pero, si de alguna manera consigue conectar con la persona, que le llegue y que de alguna manera le haga sentir algo o poner en cuestión ciertas cosas, es suficiente.

Si bien hace pocas fechas que publicaste este “De Amor, Vida y Revolución” y ahora andarás en plena de promoción, ¿puedes adelantarnos futuros proyectos dentro de la literatura? ¿seguirá siendo dentro de la poesía o no te cierras las puertas a otros géneros?

 Llevo muchos años con el proyecto de una novela. Tengo dos novelas empezadas. Ahora mismo estoy reescribiendo con una novela de 214 páginas que hice cuando tenía catorce años. Habla sobre el paso a la edad adulta. También tengo otra empezada que habla sobre la siguiente etapa de la vida, la de la edad adulta y que viene a hablar del desencanto que sufrimos una vez nos hacemos adultos. También tengo un guion sobre una familia refugiada. Esos son mis proyectos para este año.

¿Darías el salto a la profesionalidad dentro de la escritura?

Lo veo casi imposible. Sí creo que dentro del mercado audiovisual habría alguna posibilidad haciendo guiones, pero dentro de la profesión de periodista o como escritor lo veo muy mal, veo que en la profesión hay mucha precariedad e inestabilidad. No descarto poder ir a Madrid a trabajar en algo vinculado con cine o televisión, pero siendo consciente de que sería algo temporal pues ese tipo de proyectos tienen una duración determinada.

http://cesarfernandezrollan.com/

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